Cameron Díaz estuvo en el Cusco. Seguramente los lugareños que la admiraron como un tremendo sex symbol en un cine de la avenida El Sol, en su debut en 'La máscara', se sorprendieron mucho al observarla en persona en la Plaza de Armas o subiendo la movida calle Procuradores. En una semana convergen Olivia Newton John, Adrein Brody y la rutilante Cameron Díaz. Con esta última sucedió algo muy similar a lo que pasó con la gran Jessica Lange. Ella debutó como la bellísima actriz de la que el gran King Kong se enamora en el notable remake de la cinta que hizo Dino de Laurentis. Muchos pensaron que la Lange sólo era una cara bonita con buenos pechos. Sin embargo, logró convertirse en una gran estrella de Hollywood con papeles de carácter ('El cartero llama dos veces' con Jack Nicholson y sobre todo 'Blue Sky' con Tommy Lee Jones, que le valió merecidamente un Oscar). Cameron también debutó como un gran cuerpo en el papel de Tina Carlyle, como la chica que le quita el sueño a Jim Carrey en 'La máscara'. Sin embargo, supo encaminar su carrera e hizo de joven engañada por su novio y Julia Roberts en 'La boda de mi mejor amigo' y la entrañable Mary Janssen 'Loco por Mary', papel que definitivamente la catapultó al estrellato. Se dio el lujo de estar bajo las órdenes de grandes directores que le vieron potencial: Oliver Stone ('Any given sunday') y Martin Scorcece ('Pandillas de Nueva York'). Al público masivo le regaló 'Los ángeles de Charlie' y para redondear la faena, fue la voz de la inolvidable princesa Fiona en 'Sherk'. Pero no se sabe mucho de su compromiso con las fuerzas democráticas y antiimperialistas de Estados Unidos, que se oponen a la política de halcón de Bush. Justamente antes de las elecciones presidenciales del 2000, Cameron vistió, durante la promoción de 'Los ángeles de Charlie', una camiseta que decía 'I won't vote for a son of a Bush' (no votaré por un hijo de Bush, haciendo un juego de palabras entre bitch-puta y Bush). O sea que calabaza no es. Tal vez por eso se le vio muy cómoda visitando como cualquier mortal las comunidades cusqueñas y participando en ritos para la 'pachamama'. Seguramente ese documental causará sensación en la cadena donde se transmita y, sobre todo, abrirá un extraordinario potencial turístico al país.
Cameron Díaz estuvo en el Cusco. Seguramente los lugareños que la admiraron como un tremendo sex symbol en un cine de la avenida El Sol, en su debut en 'La máscara', se sorprendieron mucho al observarla en persona en la Plaza de Armas o subiendo la movida calle Procuradores. En una semana convergen Olivia Newton John, Adrein Brody y la rutilante Cameron Díaz. Con esta última sucedió algo muy similar a lo que pasó con la gran Jessica Lange. Ella debutó como la bellísima actriz de la que el gran King Kong se enamora en el notable remake de la cinta que hizo Dino de Laurentis. Muchos pensaron que la Lange sólo era una cara bonita con buenos pechos. Sin embargo, logró convertirse en una gran estrella de Hollywood con papeles de carácter ('El cartero llama dos veces' con Jack Nicholson y sobre todo 'Blue Sky' con Tommy Lee Jones, que le valió merecidamente un Oscar). Cameron también debutó como un gran cuerpo en el papel de Tina Carlyle, como la chica que le quita el sueño a Jim Carrey en 'La máscara'. Sin embargo, supo encaminar su carrera e hizo de joven engañada por su novio y Julia Roberts en 'La boda de mi mejor amigo' y la entrañable Mary Janssen 'Loco por Mary', papel que definitivamente la catapultó al estrellato. Se dio el lujo de estar bajo las órdenes de grandes directores que le vieron potencial: Oliver Stone ('Any given sunday') y Martin Scorcece ('Pandillas de Nueva York'). Al público masivo le regaló 'Los ángeles de Charlie' y para redondear la faena, fue la voz de la inolvidable princesa Fiona en 'Sherk'. Pero no se sabe mucho de su compromiso con las fuerzas democráticas y antiimperialistas de Estados Unidos, que se oponen a la política de halcón de Bush. Justamente antes de las elecciones presidenciales del 2000, Cameron vistió, durante la promoción de 'Los ángeles de Charlie', una camiseta que decía 'I won't vote for a son of a Bush' (no votaré por un hijo de Bush, haciendo un juego de palabras entre bitch-puta y Bush). O sea que calabaza no es. Tal vez por eso se le vio muy cómoda visitando como cualquier mortal las comunidades cusqueñas y participando en ritos para la 'pachamama'. Seguramente ese documental causará sensación en la cadena donde se transmita y, sobre todo, abrirá un extraordinario potencial turístico al país.
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